Gracias a agujas y estambre de diferentes colores, reos que se encuentran en la Cárcel del Condado de Otero en la comunidad de Chaparral, Nuevo México, han escapado de su realidad y utilizado su imaginación para crear piezas tejidas, las cuales los mantienen ocupados mientras cumplen su tiempo en la prisión.
“Se olvida de todos los problemas por un buen rato, por un ratillo, mientras que uno anda tejiendo, haciendo cobijas o los animalitos”, dijo Oscar Arvizo, quien aprendió a tejer en prisión.
Por un tiempo aproximado de tres años, dicha cárcel a impartido clases donde los prisioneros aprenden a tejer.
“Hay muchos que tienen mucho tiempo que hacer ahorita y, en vez de ponerte a pensar todo el tiempo que tienes que hacer y los años o meses, te pones a hacer algo y ya ves que haciendo algo, pues, te pasa el tiempo más pronto o más fácil”, dijo Arvizo.
Por otro lado, para muchos presos, esta actividad no solo significa una manera para pasar el tiempo, sino que también representa una acción para contribuir a la felicidad de algunos debido a que todos los muñecos, las cobijas y demás artículos son donados a personas de la comunidad u organizaciones no lucrativas.
“Les encanta ayudar y en verdad es un gran apoyo para la gente de nuestra comunidad como los niños en los albergues, veteranos, discapacitados y ancianos”, dijo la señora Zambrano, maestra de tejido en la prisión.
“Con buenas intenciones y con mucho amor, lo hacemos como si estuviéramos haciendo algo para nuestra familia”, dijo Arvizo.
