BARRANCAS, Colombia - Una multitud, entre familiares, amigos y curiosos, recibió este jueves en su casa a Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del futbolista Luis Díaz, del club inglés Liverpool, liberado después de permanecer secuestrado doce días por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Una camioneta negra transportó al recién liberado desde Valledupar, capital del vecino departamento del Cesar, donde aterrizó el helicóptero que lo trajo de regreso a la libertad, hasta Barrancas, el pueblo de La Guajira donde vive la familia.
En el lugar se amontonaban decenas de personas con carteles de bienvenida, globos blancos y la música de la banda Sabor Caribe, de la cual "Mane" Díaz, como se le conoce, es cantante y además toca el redoblante.
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"Gracias a Dios", exclamaba sin cesar una mujer de mediana edad que bailaba al ritmo de la música, mientras otra gritaba "libertad, libertad" en la calle que lleva a la residencia familiar de los Díaz en el barrio Lleras.
Algún vecino llevó la bandera de Colombia para festejar el regreso a la libertad del padre del goleador del Liverpool y de la selección colombiana, pero todos se quedaron con las ganas de verlo porque la camioneta entró al garaje de la vivienda sin detenerse, mientras unos soldados y policías se esforzaban por contener a los curiosos.
Dentro de la vivienda, según imágenes del Canal Caracol, único medio de prensa al que tuvo acceso, familiares y los amigos más cercanos agitaban carteles de bienvenida.
Cuando un militar abrió una de las puertas de la camioneta, Mane Díaz, que vestía una camisa verde, diferente de la que tenía cuando fue recibido esta mañana por una comisión humanitaria de la Misión de la ONU en Colombia y la iglesia católica, se abrazó a los suyos y rompió en llanto antes de entrar a la residencia.
Unos veinte minutos después, "Mane" Díaz salió a la puerta de su residencia para agradecer el apoyo recibido por él y por su familia desde el pasado 28 de octubre, día en que fue secuestrado cuando se movilizaba en su vehículo por Barrancas junto con su esposa, Cilenis Marulanda, dejada en libertad ese mismo día por los captores.
"Primero que todo, gracias a Dios por esta segunda oportunidad de poder estar en mi casa y agradecerle a todo el pueblo barranquero, a La Guajira y a Colombia por este gran apoyo que le han brindado a mi familia", declaró.
"Mane" Díaz, que saludó a su gente con el brazo en alto, añadió: "Los quiero mucho y pronto tendré la oportunidad de saludarlos y darles un abrazo".
Más temprano, en casa de Jacob Díaz, padre del recién liberado y abuelo del futbolista, unos familiares vieron emocionados por la televisión la aproximación y el aterrizaje del helicóptero en Valledupar.
Con lágrimas en los ojos, algunos de los presentes, vestidos con camisetas con la foto de "Mane" Díaz se llevaban las manos al rostro como si no creyeran todavía la liberación, pero cuando se le vio bajar del helicóptero, aparentemente en buen estado de salud, usando una chaqueta de color café y una gorra deportiva, toda la emoción contenida se transformó en abrazos y gritos de felicidad.
"Estoy muy feliz por el regreso de Mane, lo importante es que ya está de regreso", manifestó Jacob, su padre a los periodistas.