El miércoles primero de julio, la gobernadora de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, ofreció una conferencia de prensa en dónde advirtió a los residentes que el estado se encuentra en grave peligro de retroceder en el progreso que ya se había realizado.
Ante ello, anunció que la reapertura de más negocios en el estado estará pausada hasta el 15 de julio ya que la curva de contagio no se ha logrado aplanar. Expresó que ésta fecha podría también cambiar si las estadísticas siguen mostrando un incremento de casos de coronavirus, por lo que anunció nuevas restricciones en el estado:
Se estipuló que se impondrá una cuarentena obligatoria de 14 días a los visitantes que lleguen por aire o tierra de otro estado. A su vez, Luján Grisham enfatizó la importancia del uso de cubrebocas, por lo que exigirá a los negocios su uso obligatorio para empleados y clientes, si no se cumple con lo estipulado, los establecimientos podrían hacerse acreedores a una multa de 100 dólares.
Durante la conferencia se realizó la comparación con otros estados en dónde se mencionó que Texas cerró sus bares al igual que Arizona, mientras que Nueva Jersey canceló el servicio de comida al interior de los restaurantes.
"No hay nada más que anhelamos que seguir adelante, pero debemos de tomar medidas para proteger la salud y el bienestar de los residentes de Nuevo México" dijo la gobernadora en la conferencia.
Además, lanzó una alerta para prevenir a los residentes sobre el posible cierre de gimnasios, restaurantes, y limitar el número de personas en iglesias y tiendas, si el número de casos positivos por coronavirus no desciende en los próximos días.
La gobernadora pidió ser optimistas y aseguró que "ya aplanamos la curva una vez y se que lo volveremos a hacer. Usen su cubrebocas, es la única manera de protegernos."
