Familiares de una menor de 10 años de edad buscan concientizar a la comunidad sobre el uso de armas al aire libre luego de que su pequeñita fuera víctima de una bala que atravesó el techo de su recamara rozando el pecho de esta.
“Pues nada más darle el mensaje a la gente que tienen armas que no disparen porque, como aquí todo está muy baldío, está muy solo, piensan que no va a caer y es verdaderamente milagrosos porque ¿Cómo precisamente en el cuarto de la niña? ¿Cómo precisamente en medio donde ella estaba dormida?”, dijo la madre de la víctima.
Según la madre, la familia se encontraba dormida cuando la menor se levantó llorando y quejándose de un dolor en el pecho.
“Yo pensaba que se había caído, se había golpeado, trate de ponerle una crema y la mande a dormir de vuelta”, dijo la señora. “Cuando ella se va a la cama, ella ve la bala en la cama, ella no sabía que era una bala, ella se la enseña a mi hijo”.
Al ver la bala, el hermano de la menor afectada despertó a su mamá para luego encontrar el orificio provocado por el impacto de esta en el techo de la recamara de la niña.
“Pues un verdadero milagro que no le haya pasado nada”, dijo la madre. “El abanico del techo estaba encendido y eso fue lo que detuvo un poco la velocidad de la bala”.
Cabe destacar que, el día del incidente, las dos hijas de la señora habían realizado una pijamada junto con una amiga, razón por la que las tres pequeñas se acostaron de manera horizontal en la cama antes de que la bala atravesara el techo y rozara el pecho de una de las menores.
Una vez que llegaron las autoridades a la vivienda, ubicada en la cuadra 400 de la calle Escondido, estas trataron la herida de la joven.
De acuerdo a las investigaciones, existe la posibilidad de que una persona haya disparado su arma al aire libre de manera irresponsable.
“Si le ha afectado un poco, pues, psicológicamente”, dijo la madre de la víctima. “Tienen miedo, escuchan ruidos, no quieren dormir en la cama, quieren protección, piensan que la cama también las va a proteger durmiendo de bajo de la cama”.
La niña de 10 años se encuentra estable y ha vuelto a sus actividades normales.