El centro de detención de menores inmigrantes localizado en la comunidad de Tornillo en Texas se convirtió en el centro de atención nacional desde el pasado mes de junio del 2018 debido a la cantidad de menores que fueron enviados a estas instalaciones sin la compañía de sus familiares.
Desde entonces, decenas de activistas del país estadounidense mostraron su descontento ante la retención de los jóvenes solicitando que se realizara el cierre inmediato de la ciudad carpa, situación que estaría próxima a cumplirse.
“Creemos que es bueno que ese símbolo se cierre, o sea que es bueno y que creo que es el paso correcto para hacerlo”, mencionó Fernando García, director de la Red Fronteriza por Los Derechos Humanos.
Sin embargo, y de acuerdo a las autoridades de migración, los más de 1500 inmigrantes que se encuentran dentro del centro no serán liberados sino que serán transferidos a otros centros de detención.
“No resuelve el cierre de Tornillo el asunto central que nosotros hemos estado en todo este tiempo que es que liberen a los niños, que no los detengan, que no estén en prisión”, dijo García. “Creo que los van a transferir a otras cárceles en Miami o Florida, no se sabe exactamente en donde”.
Para la red fronteriza de los derechos humanos, el cierre en Tornillo es una victoria de la comunidad y una muestra de que la protesta pacífica puede hacer la diferencia.
