La aerolínea estadounidense United va a multiplicar su número de vuelos en agosto, añadiendo unos 25,000 con respecto a julio, en respuesta al progresivo repunte de la demanda desde los mínimos históricos provocados por la pandemia del coronavirus.
En un comunicado, la empresa con sede en Chicago señaló que durante agosto sus vuelos triplicarán a los que operó durante junio y que supondrán un 40 % de los que llevó a cabo en las mismas fechas del año pasado.
Según United, aunque la demanda por parte de los pasajeros continúa muy lejos de lo normal, está poco a poco recuperándose, especialmente para destinos vacacionales y para reunirse con familiares.
Lo está haciendo a pesar de que el coronavirus sigue avanzando en muchas zonas de Estados Unidos, con grandes estados como Florida y Texas, donde el número de casos diarios crece rápidamente y está en niveles máximos.
Este lunes, más de 600,000 pasajeros pasaron los controles de seguridad de los aeropuertos estadounidenses, según datos oficiales, la primera vez desde el 19 de marzo en que se superó un 25 % de los niveles previos al estallido de la COVID-19 en el país.
En agosto, United planea añadir más de 350 vuelos diarios desde sus principales aeropuertos de Estados Unidos, doblando el número de vuelos desde Nueva York y la vecina Newark con respecto a julio.
En el ámbito internacional, volverá a volar a Tahití y añadirá más vuelos al Caribe, México y a varias ciudades europeas como Bruselas, Fráncfort, Londres, Múnich, París y Zurich.
“Estamos usando el mismo enfoque centrado en datos y realista para ampliar nuestro programa que usamos al principio de la pandemia para reducirlo”, explicó en un comunicado Ankit Gupta, vicepresidente para Planificación de la Red Doméstica.
“La demanda está volviendo lentamente y estamos preparando la capacidad suficiente para mantenernos por delante del número de personas que viajan”, añadió.
En marzo, NBC News reportó que United Airlines estaba lista para reducir sus vuelos internacionales en al menos 20% durante el mes de abril, como respuesta al brote de coronavirus que afecta a varios de sus destinos.
Pero no solo los trayectos internacionales sufrieron cambios, sino que también los vuelos domésticos vieron una contracción de 10% en abril. En ambos casos se esperaba que la reducción creciera en el mes de mayo.
Si bien las restricciones en la oferta afectó a los clientes, también flexibilizaron las opciones de hacer cambios para quienes compraron boletos en marzo.
En lo que refiere a lo interno de la organización, ofrecieron a sus empleados un permiso voluntario no remunerado, congelaron las contrataciones hasta el 30 de junio y dijeron que pospondrían ciertos aumentos de sueldos hasta julio, en tanto estaban previstos para ser inicialmente en mayo.
Estos cambios surgieron poco después de que la línea además suspendiera múltiples vuelos a Asia por el repunte de la enfermedad.