Desde el tiroteo ocurrido el pasado 3 de agosto del 2019 en una tienda Walmart de El Paso, Texas, la familia De Alba no ha podido regresar a su hogar en México debido a las heridas provocadas por las balas recibidas.
“Estaba como en shock temblando, estaba como cuando quieres que no pase algo en tu vida y de repente llega”, dijo la pequeña Erika De Alba, afectada por el tiroteo.
A sus cortos 9 años, Erika ha tenido que afrontar las consecuencias del tiroteo al interior de Walmart viendo como su padre, Mario De Alba, lucha por salir delante de una herida de bala que le perforó la espalda y el intestino.
Por su parte, su madre, Olivia De Alba, ha sido el apoyo incondicional de la pequeña pese a que la mujer también recibió un balazo que le perforó el seno.
“Todos quedamos tendidos en el piso y solamente nosotros tres, mi esposo, mi hija y yo nos levantamos de ahí”, dijo Olivia.
A pesar de la fortaleza de la familia De Alba, estos no han podido regresar a su hogar en la ciudad de Chihuahua en México.
“Que no voy a mi trabajo, a mi casa, a Chihuahua”, dijo Mario.
Ante esto, la familia De Alba se ha tenido que ajustar a una vida en El Paso, donde Erika ha cambiado de escuela para estar cerca de su papá y, Mario, esforzándose día a día para estar con su hija.
“Mi hija me necesita, eso es principalmente, tener vida para verla crecer”, dijo Mario.
Dia de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo son algunas de las fechas especiales que la familia ha pasado en el hospital lejos de casa y, además, viviendo con la incertidumbre de no saber hasta cuando sanarán.
Sin embargo, los De Alba tienen la certeza de que un día regresarán juntos a Chihuahua, más fuertes que nunca y dejando la pesadilla del tiroteo atrás.
“Tenemos que salir adelante, Dios nos dio esta oportunidad y hay que salir adelante, por algo aquí nos dejó, por algo”, dijo Mario.
Se espera que Mario ingrese a cirugía este próximo 10 de febrero, donde se le cerrará la herida que aún tiene en el intestino.
