A través de una declaración jurada se dieron a conocer detalles sobre la muerte de una mujer presuntamente a manos de su esposo.
Durante la madrugada del pasado domingo, 5 de julio, oficiales con el Departamento de Policía de la Ciudad de Socorro fueron enviados a la cuadra 10000 de la calle North Loop Drive, a un centro para pacientes con problemas de riñón en referencia a un control de bienestar.
Aproximadamente a las 6:30 a.m. del mismo día, la Unidad de Delitos Mayores de la Oficina del Sheriff del Condado de El Paso (EPCSO) arribó al lugar para tomar cargo de la investigación del Departamento de Policía de la Ciudad de Socorro (SCPD).
De acuerdo al documento, el cuerpo de la mujer fue encontrado rodeado de un charco de sangre, a quien se le identificó como Marta Reyna de 52 años de edad.
A lo largo de la investigación, se determinó que el esposo de la víctima, Sergio Reyna, de 53 años, era el principal sospechoso de la muerte de la mujer, luego de que se corroborara que éste había confesado el crimen a dos personas; a un Pastor de una iglesia identificado como Gilberto Núñez y a un miembro de esa misma iglesia identificado como Édgar Escársega.
En el documento se afirma que EPCSO logró dar con el paradero del Pastor Núñez por lo que acudieron a entrevistarlo. Según la declaración jurada, el Pastor confesó a los oficiales que había recibido una llamada de Édgar, mientras que éste estaba en otra línea telefónica con el acusado. El Pastor Núñez aseguró que se podía escuchar la confesión que Reyna hacía por el teléfono con Escársega, mientras que le suplicaba que "rezara por el, las voces le habían dicho que matara a su esposa porque estaba durmiendo y descansando, por lo que se lo merecía."
En la declaración se estipula que el Pastor Núñez aseguró que repetía lo mismo para que al final de la conversación confesara que él la había matado.
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Mientras tanto, oficiales de EPCSO entrevistaron a Escársega, quien según la declaración, les dijo a los oficiales que el sábado 4 de julio alrededor de las 11:30 de la noche, recibió una llamada telefónica a través de la red social de Facebook. Escársega aseguró que tomó la llamada y que el acusado de inmediato le dijo: " hermano, no sé lo que hice", por lo que Escársega le preguntó a qué se refería. Durante la llamada se reportó que Reyna repetía que la víctima se encontraba dormida y que ahora se encontraba en el infierno, lugar al que, según el acusado, pertenecía.
Además, el documento estipula que Escársega dijo que el acusado le mencionó que ahora Reyna dormía para siempre y que las "voces" le habían dicho que lo hiciera, por lo que manejó a Ciudad Juárez hasta llegar a la central de autobuses para estacionar el auto de la víctima y abandonarlo con una cantidad de dinero y las llaves dentro, para que se cubrieran sus gastos fúnebres.
Según Escársega el acusado le dijo que se hospedaría en un hotel del área, cerca a la estación de autobuses.
Detectives de EPCSO solicitaron de la ayuda de autoridades en Ciudad Juárez para localizar a Reyna y el automóvil que abandonó en la estación de autobuses. Se confirmó que autoridades en esa ciudad lograron dar con el automóvil, por lo que fue asegurado, no obstante, a Reyna no se le logró localizar en los hoteles del área.
Según un comunicado de EPSCO, fue el martes, 7 de julio, aproximadamente a las 6:30 p.m. cuando Reyna regresó a los Estados Unidos y fue detenido en el Puerto de Entrada de Ysleta por agentes.
Mientras tanto, en la declaración jurada se manifestó que la víctima fue revisada por un médico forense en la escena del crimen y se determinó que tenía una herida profunda alrededor de su cuello, y punzadas en el lado izquierdo de su rostro. Se dió a conocer que autoridades lograron recuperar un mango de goma que pertenecía a un cuchillo de cocina, el cual yacía al lado del cuerpo de la víctima.
Reyna fue enviado al Centro de Detención del Condado de El Paso donde enfrenta una fianza de $1, 000,000 de dólares.
