Rompe en llanto tras ver a su nieto ganar el Tour de Francia

Zipaquirá, Colombia - Zipaquirá, situada a unas 27 millas de Bogotá y patrimonio histórico, cultural y religioso de Colombia, vibró este domingo con la etapa que consagró a Egan Bernal como el primer latinoamericano en proclamarse campeón del Tour de Francia, la carrera por etapas más importante del mundo.

Entre quienes se emocionaron estaba el abuelo de Egan Bernal, Álvaro Julio Bernal, que recordó los inicios difíciles del actual campeón del Tour, que salía de casa a las cinco de la mañana para entrenar antes de ir a la escuela a las ocho.

"No sé cómo haría para hacer sus tareas porque volvía a la casa y otra vez se iba a entrenar con el papá. Fue muy duro", dijo emotivo el abuelo.

Vale decir que su nieto por ser el campeón y además ser el mejor joven de la competencia y su segundo lugar en la etapa de montaña, se lleva unos 600 mil dólares (535 mil euros)

Las calles de Zipaquirá, en donde se crió el ciclista de 22 años, estuvieron casi desocupadas este domingo durante las poco más de tres horas que duró la jornada de cierre del Tour, con meta en París y que ganó el australiano Caleb Ewan (Lotto).

Y es que los vecinos de esta pequeña ciudad y los miles que llegaron de las poblaciones cercanas se reunieron en casas, parques o mercados para acompañar centímetro a centímetro a un Bernal que caminaba hacia la gloria entre vítores, banderas de Colombia y lágrimas de orgullo.

Durante las horas que tardó Bernal en hacer el paseo de la victoria, Zipaquirá pasó de ser una tranquila población a un hervidero de emociones que se extendieron a lo largo y ancho del país, que celebró el anhelado deseo de ganar el Tour de Francia, el único trofeo de las grandes carreras del mundo que todavía no tenía un campeón colombiano.

A medida que la carrera avanzaba, el pulso de la gente se aceleraba porque 'el Joven Maravilla' se acercaba con cada golpe a lo más alto del podio del Tour, una carrera que se le había resistido a otros 'escarabajos' de la nación cafetera.

Al igual que en Zipaquirá, en otras ciudades y pueblos del país las plazas principales y los comercios dispusieron de televisores para que nadie se perdiera los detalles de la inolvidable gesta.

No hubo rincón en donde el triunfo de Egan Bernal pasara desapercibido. Cada vez que aparecía en las pantallas de los televisores la camiseta amarilla que identifica al mejor del Tour de Francia pedaleando hacia la victoria, la gente "empujaba" a la distancia con gritos de "campeón, campeón".

En esa concurrida plaza de Zipaquirá también estuvo la prima de Egan, Karen Bernal, que apuntó que el ciclista ya cumple su sueño.

"Toda la vida soñó con ser ciclista y en este momento lo está logrando. Es un orgullo también para Zipaquirá que represente a nuestra ciudad en Europa", reconoció la mujer a Efe.

Nada más Bernal cruzó la raya de sentencia, un grito de júbilo se escuchó en Zipaquirá y enseguida comenzó allí una fiesta que se extendió a todo el país.

El momento de mayor alegría fue cuando Bernal recibió el trofeo de campeón. No faltaron las lágrimas y los cánticos alabando a la nueva estrella del ciclismo colombiano.

La victoria de Bernal se redondeó con el desempeño de los también colombianos Rigoberto Urán (EF Education First) y Nairo Quintana (Movistar), quienes ocuparon las plazas séptima y octava, respectivamente.

Además, en esta competencia Nairo ganó una etapa. Y por primera vez desde que sus ciclistas compiten en el Tour de Francia, Colombia ubica a tres entre los diez mejores de la clasificación general individual.

El 'cuarto mosquetero', Sergio Luis Henao (UAE Team Emirates), cumplió labores de gregario y, aunque se mostró en algunas etapas, quedó lejos de los primeros puestos.

Bernal se convirtió en el primer colombiano que gana el Tour de Francia, del que además es campeón de los jóvenes. En el podio, Bernal tuvo a su lado al británico Geraint Thomas, subcampeón y compañero en el equipo Ineos, y al holandés Steven Kruijswijk (Team Jumbo-Visma), tercero.

Pese a que todavía no se sabe la fecha del regreso al país del 'Joven Maravilla', los colombianos ya piensan en cómo será la bienvenida que le darán al campeón.

Ahora Zipaquirá, a la que los turistas reconocen por su imponente Catedral de Sal, uno de los mayores atractivos del país, tendrá para decirle al mundo con orgullo que es la "cuna" del primer latinoamericano en ganar la más exigente prueba del ciclismo.

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