Día de Muertos: así se pone la ofrenda en la tradición mexicana

El Día de Muertos es el 2 de noviembre, sin embargo, desde el 28 de octubre el altar marca y recuerda a las almas que partieron de este mundo.

Un Dale Play muy especial donde nos adentramos en el origen de una de las fiestas tradicionales más importantes de la cultura mexicana. ¿Cómo se celebra? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo ha evolucionado esta tradición? ¿Cómo se vive el Día de Muertos en California? Todas las noticias del día en California aquí, con Fabián Bouzas

SAN DIEGO - Desde hace varios años en Estados Unidos más personas han adoptado la costumbre de poner un altar para el Día de Muertos, en parte por la influencia que tuvo la película "Coco" de Disney. Y aunque es una tradición mexicana que consiste en recordar a nuestros antepasados, tiene un trasfondo histórico que podría interesarte.

El Día de Muertos se celebra el 2 de noviembre. Sin embargo, la celebración comienza el 27 de octubre y se extiende hasta el 3 de noviembre. Aquí te explicamos un poco de la historia de esta tradición, cómo construir un altar de muertos tradicional y cómo rendir tributo a tus ancestros en cada día.

La tradición originaria de la Cultura Mexica creía que hay un proceso para nacer y morir. Según la visión Mexica, el alma abandona el cuerpo y viaja por siete niveles en el inframundo o “Mictlán”.

Cada nivel representa una prueba hasta llegar al noveno donde se alcanzaría el eterno descanso.

Es por esto que un altar tradicional original consiste en siete niveles, que representan los siete destinos mexicas en los que se creía que llegaba el alma. Sin embargo, con la influencia del catolicismo, se comenzaron a elaborar altares de dos niveles representando el cielo y la tierra o bien, uno con tres niveles que agrega el purgatorio.

¿CÓMO ELABORAR UN ALTAR DE MUERTOS?

Si bien lo más importante de un altar de muertos es el sentimiento detrás de él, con elementos para recordar y honrar a los ancestros, aquí te explicamos los que debe tener un altar tradicional.

  • Sal y mantel blanco: representan la pureza, y la sal como el elemento purificador para que las almas crucen de su mundo al nuestro y de regreso.
  • Calaveras de azúcar y chocolate: las calaveras representan la muerte y el azúcar y chocolate el dulce descanso.
  • Copal e incienso: alejan los malos espíritus para que las almas buenas puedan venir y entrar.
  • Flores de Cempasúchil: relacionadas con el sol por su brillante color amarillo, se colocan en forma de guías marcando el camino de la entrada hacia el altar, para guiar a las almas.
  • Comida: le da la bienvenida a nuestros seres queridos que nos visitan con sus platillos favoritos.
  • Fotografías: de nuestros seres queridos que esperamos visiten nuestro altar (dibujos o representaciones de ellos para los ancestros o difuntos sin fotografía también son importantes).
  • El pan de muerto es una representación del cariño a los que ya no están con nosotros.

LOS CUATRO ELEMENTOS EN EL ALTAR DE MUERTOS

Un altar tradicional del Día de Muertos contiene representaciones de los cuatro elementos naturales: viento, agua, fuego y tierra:

  • Viento: el papel picado
  • Agua: en una jarra o vasos para mitigar la sed de las almas
  • Fuego: veladoras
  • Tierra: flores, fruta y el pan

La ofrenda con veladoras, comida y adornos generalmente se pone desde el 27 de octubre. Aunque cada región en México celebra esta tradición con algunos cambios y es típico solo incluir el 1 y el 2 de noviembre, muchos prenden o conmemoran a los muertos desde el 28 de octubre al 2 de noviembre y en algunos casos se incluye a las mascotas, siendo éstas parte de la familia contemporánea de muchos. Aquí un ejemplo de cómo se celebra esta tradición en muchos hogares mexicanos:

28 DE OCTUBRE

Este día se prende la primera veladora y se coloca una flor blanca para darle la bienvenida a las almas perdidas. En este día se recuerda a los fallecidos de manera trágica, por violencia o accidentes.

29 DE OCTUBRE

Este día se prende una veladora para las almas olvidadas. Es decir, aquellos que ya no tienen quién les rece.

30 Y 31 DE OCTUBRE

En estos días se prende una veladora para los que fallecieron sin haber sido bautizados, o que murieron antes de nacer o muy pequeños. Son días dedicados a todos los niños.

1 DE NOVIEMBRE

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), el “1 de noviembre es el Día de Todos los Santos celebrando aquellos que llevaron una vida ejemplar, así como los niños”. Se prende una veladora más y se prepara la bienvenida para nuestros ancestros el 2 de noviembre.

Incluso algunos pasaron la noche junto a los sepulcros.

2 DE NOVIEMBRE

El Día de Muertos es la máxima celebración en México que comienza con campanas de iglesias y la práctica de ciertos ritos desde la madrugada, como adornar las tumbas y hacer altares sobre las lápidas. Esto con el fin de ayudar a las ánimas al tránsito al más allá, describe el INAH.

En México, las culturas indígenas veían a la muerte como una continuación de la vida, una que vivía en constante conexión con los muertos. Es decir, que se les podía pedir ayuda a los ancestros en cualquier momento y cuya conexión era más palpable en estas fechas.

¿POR QUÉ SE USA LA FLOR DE CEMPASÚCHIL?

"Cempasúchil" es una palabra náhuatl que significa "flor de los veinte pétalos". Era utilizada por los mexicas con fines medicinales y de acuerdo con la cosmovisión prehispánica, su color amarillo evocaba al sol, sirviendo como luz para guiar a las almas de los difuntos del cementerio a los hogares.

Como preparativo a la tradicional del Día de Muertos, serán sembradas 260,000 plantas de la flor de origen prehispánico.

¿QUÉ ES EL PAN DE MUERTO?

El pan de muerto es uno de los elementos más típicos de la ofrenda a los fallecidos. Es un pan dulce que contiene harina de trigo, leche, huevo, levadura, azúcar, sal, mantequilla y se aromatiza con anís y naranja.

Según la crónica de Bernal Díaz del Castillo, el ritual incluía un sacrificio de una doncella a los dioses y su corazón aún latiendo era introducido en una olla con amaranto, y acto seguido el sacerdote del rito mordía el órgano en señal de agradecimiento.

Los españoles rechazaron este tipo de sacrificio y elaboraron un pan de trigo de forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo simulando la sangre de la doncella.

Es símbolo de las tradiciones indígenas que conservan en Juchitán, Oaxaca.

Sin embargo, también se dice que los primeros pobladores de Mesoamérica enterraban a sus muertos con todas su pertenencias y “elaboraban un pan de semillas de amaranto molidas y tostadas, mezclando con la sangre de los sacrificios que se hacían en honor de Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehueteotl”.

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