Activistas del Grupo Vida recuperaron en la última semna 8 kilos (poco más de 17 libras) de restos óseos, piezas dentales, ojivas y casquillos en operativos realizados en lo que llaman una de las "zonas de exterminio" localizadas en el fronterizo estado de Tamaulipas.
Los integrantes del grupo con sede en Torrerón trabajan sin descanso en la búsqueda de desaparecidos en parte del ejido San Antonio del Alto, que se ubica en el municipio de Matamoros, que colinda al norte con la ciudad texana de Brownsville.
Silvia Ortiz, representante del grupo, dijo a medios locales que la búsqueda no cubre ni una cuarta parte de la actividad programada en ese ejido, considerado uno de los 11 puntos de “exterminio” en Tamaulipas, a los que acuden con regularidad a recuperar restos.
Hasta el momento, detalló, en San Antonio del Alto han recuperado alrededor unos 11 kilos (24 libras) de fragmentos óseos calcinados o carbonizados, que estaban enterrados de una especie de "pocitos" pequeños.
"Antes los contaban, pero ahora los pesan. Aquí los restos están concentrados en diversos lugares”, dijo.
Según Ortiz, con base en consideraciones del antropólogo y arqueólogo que los acompaña en los trabajos, cada uno de los "pocitos" hallados representa a al menos una persona.
Por ella razón, subrayó, es urgente contratar a un equipo forense que se sume a los trabajos que realiza el grupo, conformado al momento por agentes del Ministerio Público, criminalistas, antropólogos y un representa de la Fiscalía de Desaparecidos.
Ortiz lamentó que el Gobierno de México haya reducido el presupuesto asignado a la Comisión Nacional de Búsqueda, la Fiscalía de Desaparecidos y recortes de personal.
