Cada domingo de la semana, la iglesia Cántico Nuevo recibe un total de 600 a 700 feligreses en sus instalaciones que, la mayor parte del tiempo, resultan ser caras conocidas.
Sin embargo, en ocasiones se presentan situaciones inesperadas.
“Nosotros tuvimos el caso de una mujer que ella decía, cuando hubo el tiroteo de San Antonio, esa mujer nos llegó al siguiente día y decía que, una perfecta desconocida, que ella venía para defender la iglesia”, dijo Luis Alba, pastor en Cántico Nuevo.
Una situación como esta fue lo que llevó a mencionada iglesia a implementar medidas de seguridad más rigurosas dentro de las instalaciones que constaron del contrato de un equipo de seguridad.
“El equipo de seguridad la identificó, le pidieron (a la mujer) que les mostrara su bolsa y traía un arma ella y le pidieron que no podía entrar con el arma y que la dejara, por favor, en su carro”, dijo Alba. “Tenemos un grupo que esta encubierto y que está viendo, vigilando tanto los estacionamientos como las entradas”.
Por otro lado, también existen instituciones religiosas en la región que prefieren no implementar este tipo de medidas de seguridad.
“Aquí no hemos tocado eso ¿Por qué? Porque creemos que el Señor nos está protegiendo y siempre él está en control de todo”, dijo Israel Cabrera, pastor en la iglesia Caminos de Vida.
Actualmente, en el estado de Texas se permite la venta, compra y portación de armas. Sin embargo, estas no están permitidas dentro de instalaciones religiosas y, por consecuente, se ha generado una controversia entre los partidos políticos en la legislatura texana.
“Entre más armas hay puede ser más inseguro, pero si tenemos a varias personas calificadas para llevar a cabo una situación de este tipo, yo creo que esa es la solución”, dijo Alba.
Por su parte, las iglesias católicas y judías de la comunidad de El Paso han dado a conocer su punto de vista estableciendo que el uso y portación de armas solamente genera mayor violencia en la comunidad.
