A través del programa conocido como IMAGE, la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) se dedica a verificar que los negocios contraten a empleados que cuentan con el permiso de laborar dentro del país.
“Para mantener la integridad de nuestras leyes de inmigración, pero también para que los dueños de estos negocios se aseguren de que las personas a las que están ocupando son las personas que dicen ser”, dijo Leticia Zamarripa, vocera de ICE en El Paso.
Esta verificación se realizará a través de auditorías a los formularios I-9 por lo que, en caso de no cumplir con las leyes, los empleadores podrían ser objeto de sanciones civiles o penales.
“Sabemos que muchos dueños de negocios no son expertos en detectar documentos falsos, pero tendrán esa asistencia, esa cooperación de los agentes especiales de ICE”, dijo Zamarripa.
De acuerdo a estadísticas de ICE, se ha estado ofreciendo asesoría a los dueños de negocios desde hace 12 años atrás. Sin embargo, según autoridades, son pocos los negocios locales los que han buscado asociarse con la agencia.
Cabe destacar que Carnitas Querétaro recientemente se convirtió en el octavo local de El Paso en asociarse a este programa.
“Somos parte con ellos por los próximos cuatro años y vamos a seguir trabajando y mantener y saber y que seguir viendo para protegernos nosotros como compañía”, dijo Carlos Sánchez de Carnitas Querétaro.
Local
Por otro lado, el restaurante de corte argentino Garufa también ha preferido trabajar en equipo con ICE.
“Muchas veces los errores se cometen por ignorancia o falta de capacitación, y programas como este ayudan mucho a que nuestro personal este calificado a detectar posibles fallas que pudieran significar una multa o una penalización”, dijo Sergio Muñoz de Garufa.
Aunque las auditorias de ICE no son nuevas, quienes defienden los derechos de las comunidades inmigrantes aseguran que es un esfuerzo más agresivo por enfocarse no en quienes cuentan con antecedentes criminales, sino en aquellos que buscan mejor vida en el país estadounidense.
“Tengo que decir que todavía este programa no es obligatorio, es voluntario, pero al final del día es parte del mismo proceso de persecución de trabajadores y de criminalizar el trabajo, especialmente al trabajador inmigrante”, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR).