A bordo de autobuses pertenecientes a la Patrulla Fronteriza, fue como 13 miembros de la Cámara de Congresistas Hispanos llegaron al centro de detención ubicado en la comunidad de Lordsburg en Nuevo México para evaluar las instalaciones.
Después de casi una hora dentro del centro, los representantes dieron a conocer las condiciones con las que están siendo tratados los inmigrantes.
“Lo que vimos es que existe una agencia federal que no tiene la capacidad ni los recursos para atender la crisis humanitaria que se vive aquí en la frontera”, estableció el congresista Jesús García.
Los representantes aseguraron que fue la falta de recursos de los agentes lo que llevó a que no se pudiera salvar la vida de la pequeña inmigrante guatemalteca Jakelin Caal, de 7 años, quien murió bajo custodia de CBP.
“Si no tienen paramédicos en los lugares, si no tienen un estándar donde con cada paciente van a hacer un examen físico especialmente a los niños y a los ancianos, los de la tercera edad y los enfermos, entonces ¿Cómo van a funcionar?”, dijo el congresista Raúl Ruiz.
No solo el brindar un examen médico a Jakelin fue considerado como crucial, también la falta de un buen equipo médico por parte de la agencia y el hecho de que el transporte al hospital fuera llevado a cabo en carretera y no helicóptero fueron puntos indispensables.
Asimismo, la agencia esperó un total de 24 horas para avisar al congreso sobre la muerte de la menor.
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“Tenemos una administración que se quiere enfocar en recursos para un muro en vez de recursos para tener facilidades donde podemos ayudar a estas familias”, dijo la congresista electa Verónica Escobar.
Ahora, estos representantes buscan que la muerte de Jakelin no quede impune y sirva de lección para evitar este tipo de tragedias en un futuro.
“Que haya una investigación independiente para llegar a la verdad y a la raíz de esta crisis”, dijo García.
