Sobreviviente en masacre relata historia de terror

Ambos sobrevivientes tendrán que seguir en tratamiento, pero se espera que se recuperen.

Dos sobrevivientes de la masacre de Orlando, provenientes de Filadelfia y Chicago respectivamente, ofrecieron ante la prensa su relato de terror tras haber quedado atrapados en uno de los baños del club Pulse.

Patience Carter, de Filadelfia, y Ángel Santiago, de Chicago, pero residente de Orlando, aseguraron que todavía estaban confundidos con lo sucedido y que eventos como este “ponen las cosas en perspectiva”.

Ambos, por separado, se encomendaron a Dios cuando fueron baleados en el tiroteo.

Carter quedó atrapada en uno de los baños de la discoteca junto a sus dos amigas Tiara Parker y Akyra Murray. Relató que el gatillero, identificado como Omar Mateen, entró y comenzó a disparar e incluso tuvo problemas con sus armas y se dirigió a ellos exclamando que “todo lo que hacía era para que Estados Unidos dejara de bombardear su país”.

“Todos los que estábamos allí entendimos su mensaje y sobre todo que no iba a parar hasta que lo mataran”, destacó la joven, de 20 años, quien recibió heridas de bala en la pierna y el muslo.

La chica dijo que ella y sus amigas estaban de vacaciones en Orlando y buscaron en “google” donde ir a pasar una buena noche. La selección fue el club Pulse. “Pasamos de tener la mejor noche de nuestras vidas a la peor”, agregó Carter.

Agregó además que se sentía culpable porque una de sus amigas no corrió con su misma suerte. “Cuando el pistolero regresó al baño preguntó si habían afroamericanos allí y no me atreví a contestar. Un hombre se identificó y el pistolero dijo que no tenía problemas con los morenos, que habíamos sufrido mucho”.

La chica aprovechó ademas para recitar un poema que escribió durante sus momentos de retrospectiva.

Ángel Santiago, otro de los sobrevivientes, explicó que su español no era muy bueno, por lo que prefería contestar en inglés. Dijo que al momento de la balacera se encomendó a Dios porque no pensó sobrevivir "algo así".

“Para la comunidad gay el club Pulse era un sitio seguro”, apuntó. “No sé si vaya a una discoteca pronto o más adelante, lo que sí sé es que todavía no entiendo todo esto”, sostuvo.

Ambos sobrevivientes tendrán que seguir en tratamiento, pero se espera que se recuperen. Los dos fueron víctimas del gatillero, Omar Mateen, quien falleció luego de un intercambio de balas con la Policía. La masacre tuvo lugar la madrugada del domingo en el club Pulse en Orlando.

Contáctanos