Legisladores: plan para dreamers lejos de concretarse

Los dos partidos aseguraron que es prácticamente imposible tener algo para el 8 de febrero.

La oferta del presidente de Estados Unidos Donald Trump de un acuerdo en materia de inmigración no hizo nada para acercar a los republicanos y a los demócratas.

Los demócratas acusaron al presidente de haber hecho comentarios racialmente cargados y los republicanos renovaron sus demandas.

La reacción a la propuesta de Trump indica que ambos partidos se preparaban para un estira y afloja. El estancamiento dejó serias dudas sobre si los dos partidos podrán alcanzar un pacto en un año de elecciones para proteger a cientos de miles de jóvenes inmigrantes de la deportación, para reforzar la seguridad fronteriza y para tomar otras medidas en cuestiones de inmigración.

Los dos partidos ni siquiera han establecido una fecha límite para un acuerdo, lo que representa una mala señal en una institución que raramente actúa, a menos de que esté bajo presión.

“Si la fecha límite es el 8 de febrero, no lo vamos a lograr”, dijo el miércoles el representante demócrata Steny Hoyer, quien agregó que se necesita una fecha límite para aprobar un presupuesto y de esa forma evitar otra parálisis.

“Va a requerir trabajo de nuestra parte para construir un consenso”, indicó el martes el representante Steve Scalise, quien está a cargo de contar los votos republicanos, en una entrevista. Scalise apuntó que los republicanos tardaron “semanas y semanas” en elaborar una iniciativa de ley fiscal del año pasado.

Este mes, los demócratas en el Senado intentaron presionar a los republicanos para llegar a un acuerdo con una parálisis de gobierno de tres días. Aunque muchos demócratas tienen pocas ganas de repetir esa estrategia, los líderes del partido todavía tienen que indicar si dejarán que el proyecto de presupuesto avance sin un acuerdo de inmigración.

El tono del debate sobre inmigración, que ya de por sí es airado, pareció empeorar luego de que Trump aseveró el martes por la noche que “las fronteras abiertas han permitido que las drogas y las pandillas lleguen a nuestras comunidades más vulnerables” y han dejado que millones de inmigrantes “compitan por trabajos y salarios contra los estadounidenses más pobres”.

La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de California, explicó el mismo miércoles que Trump utilizó “palabras ofensivas, ignorantes y prejuiciosas”. Por su parte, la representante Michelle Lujan Grisham, quien está al frente de la bancada hispana del Congreso, puntualizó que los comentarios estaban dirigidos a “inflamar las tensiones sobre los inmigrantes” y provocarían a la base conservadora de Trump, pero que al mismo tiempo dañaban las negociaciones.

Los republicanos dijeron que los demócratas no están haciendo propuestas serias mientras tratan de negociar sobre el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), implementado durante el gobierno de Barack Obama para proteger de la deportación a miles de jóvenes que fueron traídos al país de forma ilegal cuando eran niños.

El año pasado, Trump indicó que pondría fin al DACA, alegando una extralimitación ejecutiva de Obama, pero le dio al Congreso hasta el 5 de marzo para dar una solución legislativa.

“Si los demócratas no encuentran una forma de negociar, entonces el DACA llegará a su fin y ese no es un final que alguien quisiera”, señaló el senador republicano John Cornyn. “Pero ellos serán los responsables de eso”.

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